Creo
que fue con unos doce años cuando tuve mi primer ordenador. Lo
cierto es que estaba francamente ilusionado. Sin embargo, recuerdo
que al empezar a usarlo me di cuenta de que no me ofrecía demasiadas
posibilidades. Poco más que pintar un poco con el paint,
escribir con word, o jugar a Raimbow's Six, uno de los
pocos videojuegos que me dejó un amigo y que medianamente funcionaba
en ese trastillo de ordenador (“Pentium 200 MMX”). Así que de
forma bastante intuitiva y experiencial, me di cuenta de que un
ordenador sin Internet, era como un jardín sin flores.
Claro
que, por aquel entonces no tenía yo un concepto muy claro de lo que
era Internet. La verdad es que no lo recuerdo demasiado bien. De
hecho, no recuerdo exactamente cuándo comencé a usar Internet.
Quizás fuera en el instituto, quizás con el mismo amigo que me
instaló el Raimbow's Six.
Por
aquel entonces para mí Internet representaba poco más que meterme
en la página de minijuegos en busca de algún jueguecillo que me
alegrara el alma, o bien en alguno de esos salones de chat en
los que uno comenzaba a fantasear en la construcción de la propia
identidad. La verdad es que el tema de los salones de chats se
las trae. De hecho, se podría hacer todo un trabajo sociológico y
antropológico sobre ello. Pero bueno, no es ese el tema.
En
cualquier caso, fuera en un lugar o en otro, por aquel entonces yo
usaba Internet sin tener un concepto muy claro del tema, como si de
una caja negra1
se tratara. Con el paso de los años, mi experiencia y uso de
Internet se han ido expandiendo y diversificando, y también lo han
hecho mis conocimientos acerca del mismo (aunque aún me quede todo
por saber acerca de la programación informática, el lenguaje html,
el css...). Especialmente está siendo en estos últimos tres años
en los que más estoy vislumbrando y utilizando las posibilidades que
me brinda la web, y más en concreto la web 2.0.
Y
lo cierto es que me considero un afortunado por haber nacido (y
seguir vivo) en este momento histórico particular. Y ello es a pesar
de que hay muchas cosas en este mundo humano (economía, política,
injusticia, desigualdad sociales, destrucción del medio ambiente,
sociedad de masas consumista, pasiva y acrítica, medios
comunicativos que manipulan y desinforman...). Y gran parte de todo
se lo debo a Internet y a todas las personas que día a día
colaboran en toda esta aldea global y me permiten acceder a una
ingente cantidad de conocimiento, información, herramientas
multimedia, y un sinfín de elementos que me han ido enriqueciendo
muchísimo como persona.
Así,
a través de Internet, estoy participando en la creación de una
plataforma virtual que combina las wikis con la web 2.0 en
integración con las redes sociales en nuestra facultad; para que a
través de ella podamos compartir nuestros ensayos, apuntes, recursos
bibliográficos, material audiovisual, trabajar en grupos.... Pero no
se queda ahí la cosa.
Además,
a través de las redes sociales en las que participo puedo estar en
contacto con una gran cantidad de personas de mi ciudad (y de todo el
mundo), compartiendo eventos, noticias, conocimientos, fotografías
interesantes. Así, tengo varios grupos en facebook a través
de los cuáles me coordino con varios proyectos sociales en los que
participo. Un grupo para un huerto urbano colectivo que tenemos en
Fuenteolletas (El Caminito), otro para una red de consumo ecológico
cooperativa (Red Autogestionada de Consumo), otra para difundir el
optimismo y la positividad (Creando buen rollo), y así podría
seguir enumerando hasta otras cuatro o cinco.
Pero
no se queda ahí, sino que además realizo algunos de mis trabajos
universitarios a través de google driver, de facebook
y de wikispaces. Accedo a un gigantesco y maravilloso cosmos
de música, documentales, reportajes, programas, noticias, artículos,
ensayos, reflexiones, películas.... Pero no me quedo ahí, sino que
además hago edición de video2,
de manera que me convierto en productor, creador y difusor de mi
propio material periodístico audiovisual. En fin, la lista sería
muy pero que muy larga, pero creo que por lo pronto ya reflejo la
idea de lo que supone Internet y la web 2.0 para mí a día de hoy.
De
hecho, llega a un punto tal de implicación en mi vida que es posible
hablar de una progresiva fusión entre el ser humano y las máquinas;
así como entre muchos seres humanos entre sí, de manera que
películas de ciencia ficción podrían ser no tanta ficción como
realidad. Cómo dice Tim O'Reilly (el autor que acuñó el término
“Web 2.0”): “la transmisión de conocimiento a través de la
red convierte a los internautas en "un cerebro único", en
una "mente global". “En la "era de los móviles",
ha sostenido el gurú, la "simbiosis hombre-máquina"
comienza a ser "fundamental".(O’Reilly, 2011). En
cualquier caso, de lo que estoy seguro, es de que Internet y las
nuevas tecnologías son para mí una valiosísima herramienta de
autoeducación, comunicación y transformación social.
Tanto
es así que a través de estas clases (y de mis propias experiencias
vitales), últimamente me he estado fascinando ante la bestial
cantidad de geniales posibilidades que estas nos ofrecen. Lo que más
me sorprende, es que todo este proceso está siendo vertiginoso, ya
que avanza a una velocidad exponencial, produciendo saltos
cualitativos en la interacción de Internet y las nuevas tecnologías
con nuestras vidas como personas y sociedades.
Tanto
avanza el proceso, que el propio término de web 2.0 se viene
quedando obsoleto:
“El
experto en internet y editor Tim O'Reilly considera que el concepto
web 2.0, que él mismo acuñó para definir una web más dinámica y
participativa, ha envejecido y quedado obsoleto para explicar una
realidad tecnológica en la que se imponen la movilidad y la
computación en la nube.
<Creo
que la idea está obsoleta. Esa expresión fue propia de otro momento
en el que se intentaba promover la idea de la web, los fallos de la
era punto com, y creo que ha sido un éxito y ha creado mucho
entusiasmo, pero lamentablemente ha envejecido>”(íbid.).
Así
que que ayer me encontraba yo intentando explicarle a una amiga mía
en la revolución que constituye la web 2.0 respecto a la web 1.0, y
hoy me encuentro con que ya este concepto está desfasado incluso
para una persona como yo que está inmersa de forma activa en todas
estas revoluciones tecnológicas, informáticas y sociales.
Por
esa razón precisamente, para ir dando un punto y final a esta
pequeña disertación biográfica sobre Internet y las nuevas
tecnologías, voy a dar paso a una pequeña aclaración conceptual.
Así
que por un lado nos encontramos con que Internet sería “ un
conjunto de redes de ordenadores distribuidos por todo el mundo,
conectados a través de diversos medios y que pueden operar y
comunicarse entre sí porque siguen un mismo conjunto de reglas de
comunicación y funcionamiento”
(Sánchez Rodríguez
& Ruiz Palmero, s. f.-a)
De
tal modo que habrían unos equipos que son servidores y otros que son
clientes. Pues bien, hasta el salto a la web 2.0, la interacción en
la web estaba muy limitada. Prácticamente sólo creaban páginas
webs y contenidos de las mismas aquellas personas que tenían sendos
conocimientos de programación. Se trataba de una relación mucho más
vertical que la actual, ya que la mayoría de los usuarios de
Internet por aquel entonces éramos meros receptores pasivos de esos
contenidos (aunque podíamos elegir los contenidos a visualizar).
El
autor que acuñó este término (Tim O'Reilly), sitúa el surgimiento
de la web 2.0 a partir de la consecuente crisis que supuso la
explosión de la burbuja especulativa sorbe las puntocom en 2001).
“El
concepto de 'Web 2.0' comenzó con una sesión de 'brainstorming'
realizada entre
O'Reilly y MediaLive International. Dale Dougherty, pionero de la web
y vicepresidente de O'Reilly, observaron que lejos de 'estrellarse',
la web era más importante que nunca, con apasionantes nuevas
aplicaciones y con sitios web apareciendo con sorprendente
regularidad”. (O’Reilly,
2005)
Ahora
bien, lo cierto es que no existe una única definición de la web
2.0. De hecho, algunos autores ponen en duda que la web 2.0 exista
como tal, sino que consideran que en realidad la web ha pasado por un
proceso de transformación continuo.
“La
introducción de la Web 2.0, vista como versión nueva y mejorada de
la Web anterior y jalonada por el usuario es bastante nueva,
podríamos decir que se remonta al 2006. Pero en lo que no hay
acuerdo es en si esta aseveración es cierta o si al menos tiene
fundamento sustancial, qué tanto obedece a una revolución
publicitaria o a una revolución social y lo que es más, si
verdaderamente se trata de una revolución en el sentido de un cambio
radical.” (Anderson,
2007)
“Tras
año y medio, el término 'Web 2.0' ha arraigado claramente, con más
de 9,5 millones de menciones en Google. Pero todavía existe un
enorme de desacuerdo sobre qué significa Web 2.0,
existiendo algunas críticas que afirman que se trata simplemente de
una palabra de moda, fruto del marketing, y sin sentido, en tanto que
otros la aceptan como un nuevo paradigma.” (O’Reilly, 2005)
Ahora
bien, más allá de estas divergencias y discursiones conceptuales
sobre marcos teóricos, paradigmáticos, etcétera, personalmente
pienso que en cualquier caso, se trate de una transformación radical
o no, tanto Internet como las webs y las nuevas tecnologías están
pasando por un vertiginoso proceso de desarrollo tecnológico que nos
brinda un enorme abanico de posibilidades. Este proceso ha supuesto
una gran transformación tal que a día de hoy, la web, sea esta 2.0,
3.0, o lo que quiera que sea, se caracteriza por una serie de
factores que podemos identificar de una manera relativamente neutral.
“La
más profunda de las transformaciones de la web 2.0 reside en la
reinvención de la manera en que la información circula por la red,
democratizando y poniendo a disposición de todos los usuarios la
capacidad de programar el comportamiento de diferentes flujos de
datos que interactúan entre sí de maneras hasta hace poco
inimaginables”.(«Web
2.0/Definición y características más importantes – Wikilibros».
Pero
aún hay más:
“El
movimiento hacia los pequeños gestores de contenidos especializados
que permiten –junto con el abaratamiento de los costes de acceso y
del alojamiento de páginas, el acceso a la publicación en la Red a
un conjunto cada vez más grande de individuos y colectivos. [...]La
proliferación de aplicaciones web que ofrecen funcionalidades
«aceptablemente buenas» como para competir con las aplicaciones de
escritorio, con las ventajas implícitas de residir en la web […]
Los mecanismos de sindicación de contenidos que permiten una mayor
eficacia a la hora de consumir y digerir volúmenes de información
cada vez mayores. [...] El paso de una organización centralizada de
la información de la web […] La posibilidad de escoger libremente
la licencia con que cada usuario pone al alcance de la comunidad su
propiedad intelectual.(Ibid.).
En
síntesis, la definición que a mí más me satisface para el fin que
me propongo es la de wikipedia:
“El
término Web 2.0 comprende aquellos sitios web que facilitan el
compartir información, la interoperabilidad,
el diseño
centrado en el usuario1
y la colaboración
en la World
Wide Web.
Un sitio Web 2.0 permite a los usuarios interactuar y colaborar entre
sí como creadores de contenido generado por usuarios en una
comunidad
virtual,
a diferencia de sitios web estáticos donde los usuarios se limitan a
la observación pasiva de los contenidos que se han creado para
ellos.” («Web
2.0 - Wikipedia, la enciclopedia libre»).
Y
en conclusión, el resultado de todo esto es que se nos ofrece un
enorme campo de investigación y acción en la Educación entendida
como un proceso que busca el desarrollo integral de la persona y la
consecuente evolución y progreso de la sociedad. La web 2.0 nos
ofrece la posibilidad de asistir a una revolución humana sin
precedentes, en la que tenemos la posibilidad de convertirnos en
sujetos activos y creadores del conocimiento y la información, entre
otras muchas cosas (arte, proyectos sociales, etcétera). Sólo
tenemos que abrir los ojos y ver todo el poder del que disponemos, y
por supuesto, defender ese espacio que hemos conquistado (Internet),
para hacer de este un medio que permita la creación de una
conciencia y de una inteligencia colectiva y global que nos ayude a
reencaminar el alocado curso al que nos dirigimos como sociedades
humanas.
“En
este horizonte de desarrollo, si las TIC pueden fortalecer la
capacidad de autogobierno de las comunidades locales, superando las
diferencias económicas y sociales mediante la contribución a la
creación de espacio público y dinámicas de participación
igualitarias en los planes de desarrollo local, será a condición de
que los movimientos sociales y la sociedad civil organizada lideren
la lucha por la defensa de los derechos culturales”. (Marí
Sáez & Sierra Caballero, 2008)
Tú
misma puedes ser científica o científico. Puedes ser músico,
productor y distribuidor a la vez. Cómo también puedes autoproducir
tus propios libros. Podemos crear plataformas de aprendizaje
colaborativas y personalizadas (aunque de eso hablaré en los
siguientes temas). En fin, la lista es interminable, pero en cada uno
de nosotros y nosotras reside esa capacidad de resiliencia y
empoderamiento.
“La
Web 2.0 es una actitud. Es la explosión del sueño liberal de la
entronización del individuo por el bien social común. La Web 2.0 es
un paso más en el proceso en el que la ética hacker
sustituye a la ética industrial. Un hacker,
en un sentido conceptual y no literal, es una persona altamente
cualificada y cuya principal motivación es el entusiasmo y la pasión
que le produce crear, descubrir o desarrollar nuevas creaciones. La
creatividad, la libertad en la Red, el aprendizaje compartido y
solidario con el resto de los miembros del colectivo, poniendo en
común y de forma pública los descubrimientos realizados, la
búsqueda del reconocimiento social por parte de sus colegas son los
principales elementos que definen la ética hacker.
La
ética hacker
se ve radicalmente enfrentada a la ética protestante del trabajo que
aún hoy predomina en nuestra sociedad y que valora mucho más la
importancia del trabajo en sí mismo, independientemente de su
naturaleza, y que entiende la obtención de dinero como su máxima
meta. La Web 2.0 está contribuyendo a que la ética hacker
se extienda y no deja de ser una “reacción inconsciente” de las
nuevas generaciones de querer cambiar las cosas. Como todas las
generaciones antes que ellos. Pero con una salvedad, esta generación
tiene la herramienta para hacerlo: la Web 2.0 y todo el sinfín de
aplicaciones y servicios que constantemente están naciendo y,
algunos, también muriendo”. (Domingo,
Gónzalez, & Lloret, 2008)
FIN
1Con
caja negra no me refiero a una caja pintada de negro, sino al
concepto que se usa en relación a la epistemología. En ese
sentido, al decir caja negra me estoy refiriendo a algo que se usa
con unos determinados fines sin tener un conocimiento muy claro del
funcionamiento interno de esa caja (Internet).
2De
hecho, a finales del pasado curso y principios de verano hice un
documental sobre los recortes y privatización del Sistema
Universitario Público Español y de las movilizaciones
estudiantiles. El documental lo tengo compartido en una carpeta
pública dentro de Dropbox. El enlace es el siguiente:
http://db.tt/0Apkv2J4
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